Una vida de altibajos y retos, as fue el andar de Matthew Perry

Publish date: 2024-09-30

Matthew Perry pasó a la historia como uno de los mejores y más entrañables personajes cómicos que cualquier serie televisiva ha dado en la historia de la industria. Un niño que tras el “abandono” de su padre se sintió urgido de atención y vio en el entretenimiento —complementado con risas— un mecanismo para destacar del resto. Logró su cometido: ser querido y admirado por millones al rededor del mundo. Pero la fama y eventual riqueza no lo fueron todo, pues el actor lidió gran parte de su vida con las adicciones. Eso sí, incluso en ese oscuro terreno, él brilló, pues no se escondió ni ocultó la realidad, por el contrario, se ostenta como uno de los pocos miembros de Hollywood que abierta y gráficamente han hablado sin tapujos, con el único fin de ayudar a más enfermos a través de su historia. El inolvidable Chandler Ping partió físicamente el 28 de octubre pasado, pero permanecerá en la memoria y corazón de miles de fanáticos. Aquí te contamos parte de su biografía.

Chandler Bing 

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¿Cómo fue su infancia?

El actor estadounidense, cuyo nombre completo fue Matthew Langford Perry, nació el 19 de agosto de 1969 en el poblado de Williamstown, Massachusetts, Estados Unidos, producto de la relación entre la periodista canadiense Suzanne Langford Morrison y el artista americano John Perry. De acuerdo con el histrión, la conexión entre sus padres —que se conocieron tan solo un año antes— fue inmediata, por lo que al poco tiempo del flechazo comenzaron a vivir juntos y contrajeron nupcias. Pero dicha premura pudo ser la causa de su pronta separación, pues con tan solo nueve meses de vida, Perry enfrentó (de forma inconsciente) el primer embate de un largo camino lleno de retos y problemáticas: el divorcio de sus progenitores y la eventual ruptura por años del vínculo con su figura paterna.

Pero regresando un poco en el tiempo, previo al cambio en su estilo de vida consecuencia de la desunión entre Suzanne y John, la familia experimentó un hecho que décadas más tarde el propio Perry catalogaría como el inicio de todos sus males. Recién cumplidos dos meses de edad, sufrió de fuertes cólicos y problemas estomacales que derivaron en largos e incómodos periodos de llanto. Naturalmente sus padres lo llevaron al pediatra y éste les recetó barbitúricos, un calmante que al día de hoy se sabe también funciona como depresor en el sistema central nervioso y modifica la neuroplasticidad del cerebro de un bebé para el resto de su vida. “Este es un momento importante en el desarrollo de un bebé, especialmente cuando se trata de dormir. (Cincuenta años después, todavía no duermo bien). Cuando lloraba me daban fenobarbital y la droga me dejaba K.O., lo que hacía que mi padre estallara en carcajadas. No estaba siendo cruel. Los bebés drogados son divertidos”, escribió el actor en su libro de memorias.

Matthew L. Perry 

Sin embargo, el entrañable Chandler nunca culpó a sus procreadores por esto. Por el contrario, reconoció que en esa época era normal la asignación de este tipo de fármacos a los menores y que, con la venia de múltiples médicos, ellos se lo administraron con la única intención de buscar su bienestar. “Quiero ser muy claro en este punto. No culpo a mis padres por esto. Tu niño llora todo el tiempo, claramente algo anda mal, el médico le receta un medicamento, no es el único médico que piensa que es una buena idea, le das el medicamento al niño, el niño deja de llorar. Era una época diferente”, añadió. El depresor le generó dependencia a las pastillas para lograr la correcta regulación del sueño, de forma que nunca tuvo un patrón del sueño sano; a sus 40 años el intérprete ya consumía 30 pastillas diarias de Vicodin.

Tras el divorcio de sus padres, se mudó a Canadá en compañía de Suzanne, donde creció, se desarrolló y vivió toda su infancia y primera parte de su adolescencia. Fue entonces que ante la ausencia paterna asumió por sí solo el rol del “hombre de la casa” y se presionó para destacar entre sus cercanos. Curiosamente, para lograr su cometido optó por las risas, el entretenimiento y la comedia: sus primeros pasos hacia la carrera que lo llevó al estrellato. "Con mi padre ausente, me di cuenta que tenía un trabajo. Debía entretener, ganarme a la gente, deleitarla, hacer que se riera, que se sintiera bien, tenía que convertirme en el bufón de la corte”, comentó en entrevista para NBC News. Matthew calificó sus primeros años de vida como solitarios, pero a la vez “relativamente normales”. Adjudicó la soledad al arduo trabajo de su madre, que siendo secretaria de prensa del entonces primer ministro, Pierre Trudeau, pasaba mucho tiempo en la oficina, aunque también admite que pudo conocer sus dos pasiones: el tenis y la actuación.

Matthew 

La relación con su padre

La figura paterna regresó a su vida hasta los 15 años, cuando en búsqueda de hacer carrera en el medio del entretenimiento, Perry se mudó a Los Ángeles con su padre. Tantos años separados requirieron de un arduo trabajo por ambas partes para reconstruir una relación que prácticamente nunca existió. Perry reconoció que, a pesar de crecer alejado, siempre lo admiró. De hecho, su interés en la actuación nació gracias a John, esa es la razón por la que el veterano actor interpretó a Mr. Burgin, un pequeño personaje en 'Friends'. Una de las últimas publicaciones en Instagram por parte del histrión es justamente a lado de John. En la postal publicada el 15 de octubre se les ve abrazados por la espalda, disfrutando del tiempo de calidad y sonrientes a la cámara. “Aquí estamos mi padre y yo, sosteniendo una bebida”, se lee al pie de la imagen.

¿Cómo inició su carrera?

Una vez en Canadá y por la necesidad de destacar, Perry se inició en el tenis, deporte que practicó por 10 años hasta ubicarse entre los mejores rankeados junior del país en dos distintas ramas: individual y dobles. A la par, en la escuela secundaria Glebe Collegiate Institute se acercó al teatro, donde hizo obras como Our Town, El Milagro de Ana Sullivan, The Sound of Music y El hombre elefante. Lo anterior sumado al mundo artístico con el que su padre estaba conectado lo alentaron a dejar Canadá y mudarse a Los Ángeles para buscar una oportunidad.

Su primera aparición oficial fue en el drama "240-Robert" en 1979, aunque su primera interpretación destacada fue en la serie 'Boys Will Be Boys' (1987), donde interpretaba la versión joven de Kiel Martin, ambos encarnaban a Charles Russell. En los años 90, le siguieron roles secundarios en algunas películas y series de televisión como 'A Night in the Life of Jimmy Reardon' (con River Phoenix) 'Second Chance' o 'Beverly Hills 90210'. Finalmente, la fama llegó de la mano de la mítica serie 'Friends', donde participó en los 236 episodios que conformaron las 10 temporadas entre 1994 y 2004. Mientras ‘Friends’ se emitía en la televisión, Perry llegó a la pantalla grande con “Fools Rush In” (con Salma Hayek) en 1997, “Almost Heroes” de 1998 y “The Whole Nine Yards” (con Bruce Willis) de 2000. Su papel invitado en "The West Wing" le valió dos nominaciones al Emmy en 2003 y 2004, y su protagónico en la película para la televisión "The Ron Clark Story" de 2007.

Matthew y Jennifer  

En su trayectoria también se incluye teatro profesional en 2016 con ‘The End of Longing’; igualmente tuvo una participación en el videojuego ‘Fallout: New Vegas’, dando voz al personaje Benny Gecko. En relación a sus galardones, se hizo acreedor a un Teen Choice Award como Mejor Actor en serie de comedia por Friends en 2004. También obtuvo nominaciones a premios Emmy, Globos de oro, Kid Choice Awards, Satellite Awards y Screen Actors Guild Awards.

Perry en el amor

Entre 2018 y 2021 mantuvo una relación con la agente literaria Molly Hurwitz, con quien se comprometió en noviembre de 2020. La buena noticia la compartió el día de Acción de Gracias, cuando dijo a People: "He decidido comprometerme. Por suerte, estoy saliendo con la mujer más maravillosa del planeta y ha dicho que sí”; sin embargo, para junio de 2021 utilizó la misma vía de comunicación para anunciar el fin de su relación. “A veces, las cosas simplemente no funcionan. Y esta es una de ellas. Le deseo a Molly lo mejor”, comentó. Pero su romance más destacado probablemente sea el que vivió junto a Julia Roberts.

La interacción entre ambos nació de su participación en ‘Friends’. En su libro, Perry explicó que Roberts aceptó aparecer en la sitcom solo si podía estar en una historia con Chandler Bing. Perry le envió rosas y una tarjeta que decía: "Lo único más emocionante que la posibilidad de que estés en la serie es que por fin tengo una excusa para enviarte flores". Luego de meses de dulces intercambios por fax, los dos empezaron a salir en 1995, escribió. Su relación duró solo seis meses, y fue él quien optó por cortar lazos por miedo a no ser suficiente, temor consecuencia de sus adicciones. “Salir con Julia Roberts había sido demasiado para mí. Constantemente tenía la certeza de que ella iba a romper conmigo (…) “Yo no era suficiente, nunca podría ser suficiente; estaba roto, doblegado, nadie me podía querer. Así que en lugar de enfrentarme a la inevitable agonía de perderla, rompí con la bella y brillante Julia Roberts", relató.

Friends 

Una vida de adicciones que no estuvo dispuesto a dejar replicar

Uno de los mayores legados que Matthew dejó en este mundo es la franqueza y transparencia con la que siempre se mostró cuando de temas de adicción se trató. A diferencia de la élite de Hollywood, él no escondió su caso, por el contrario, compartió detalles impactantes y sumamente gráficos con la única finalidad de demostrar que se trata de una enfermedad que puede afectar a cualquier persona, indistintamente de su profesión o estatus. Un mal que requiere de acompañamiento profesional y social; un fantasma que es mucho más común de lo que se piensa. Perry generó dependencia por diversas sustancias, entre ellas el alcohol, los analgésicos, opioides, metadona, oxicodona, cocaína, somnolientos, etc. En 1997, tras un accidente en moto acuática durante la filmación de la película ‘Fools Rush In’, se volvió adicto a la hidrocodona, un analgésico para tratar el dolor; llegó a ingerir 55 pastillas diarias acompañadas de un litro de vodka. “Cuando eres drogadicto, todo son matemáticas. No lo hacía para sentirme colocado o para sentirme bien. Solo quería sentarme en mi sofá, tomarme pastillas y ver una película. Eso era el paraíso para mí”.

Los problemas se agravaron al grado de causarle un tipo de amnesia, pues aunque aseguró en más de una ocasión que nunca trabajó bajo los efectos de ninguna sustancia y que siempre respetó su profesión, sí reconoció las facturas que tuvo que pagar, entre ellas, no recordar múltiples episodios de la exitosa serie de comedia. En una entrevista con BBC Radio 2, confesó que ninguno de sus momentos preferidos de la serie están entre la temporada 3 y la 6 porque no es capaz de traerlos a su memoria. El actor dijo incluso que era capaz de identificar a qué era adicto en las diferentes temporadas basándose en su aspecto físico: "Cuando tengo peso es el alcohol, cuando estoy delgado son las pastillas, cuando tengo perilla es porque estoy tomando muchas pastillas", dijo. Perry estuvo por lo menos 15 veces en programas de rehabilitación. "He ido a terapia dos veces a la semana durante 30 años", aseguró. Incluso dejó al descubierto la exorbitante cantidad invertida en su desintoxicación: 9 millones de dólares para rehabilitarse del alcohol y las drogas. Acudió a más de 6 mil reuniones de alcohólicos anónimos y se internó en un hospital psiquiátrico.

Perry 

"Los adictos no somos mala gente. Solo estamos tratando de sentirnos mejor, pero tenemos una enfermedad. Cuando no me encuentro bien, pienso: 'Dame algo que haga que se me pase'. Tan sencillo como eso", escribió en sus memorias. Sobre el proceso de rehabilitación dijo: “Desintoxicarse es un infierno. Implica tumbarse sobre una cama y ver los segundos pasar sabiendo que no estás ni mínimamente cerca de encontrarte mejor (…) Quería compartirlo cuando estuviera a salvo de volver a entrar en el lado oscuro de todo", añadió. Al paso del tiempo las consecuencias se reflejaron. En 2019 tuvo que ser sometido a una intervención quirúrgica de urgencia por una perforación intestinal. Su colon estalló a causa del consumo excesivo de opioides y pasó dos semanas en coma, conectado a un respirador artificial. Le practicaron una colostomía que lo dejó "con un 2% de posibilidades de vivir". Durante nueve meses, tuvo que llevar una bolsa externa conectada a su colon, algo que calificó de "infierno". "Todos los doctores me dijeron que nadie pasa esa operación. Mi gran pregunta es ¿por qué yo sí? Tiene que haber alguna razón".

Perry House

Matthew Perry decidió aprovechar su experiencia personal para ayudar a otras personas que pasan también por episodios de adicción. Por ello creó 'Perry House', un centro de rehabilitación, o como él definió: un lugar sobrio, para hombres sobrios. “He tenido muchos altibajos en mi vida. Aún estoy trabajando en ello personalmente, pero lo mejor de mí es que si un alcohólico o un drogadicto viene y me dice ‘¿Puedes ayudarme?', siempre diría: 'Sí, lo haré por ti, aunque no siempre pueda hacerlo por mí mismo'", aseguró en una entrevista de 2015.

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