No poda protegerlo. Era una exposicin dolorosa y nos ha pasado factura
Alejada de los focos mediáticos y centrada en su trayectoria profesional, Mar Flores rompe su silencio por un buen motivo: celebrar sus espléndidos 55 años en las páginas de ¡HOLA! La modelo está en uno de sus mejores momentos; a nivel físico, mental y personal. Sin embargo, desde hace semanas, se ha visto salpicada por la noticia del momento: su hijo Carlo Costanzia (31) y su pareja, Alejandra Rubio (24) van a convertirse en padres primerizos a finales de este año.
Esta entrevista fue concedida antes de conocer que iba a convertirse en abuela, pero la modelo nos ha respondido con amabilidad sobre cómo ha recibido esta inesperada noticia. “Yo soy feliz si mis hijos son felices. Carlo es un hombre adulto y, por tanto, no soy quién para cuestionar su vida y, por supuesto, le apoyaré siempre como madre”, nos cuenta. Además, ella ya ha conocido a su nuera, la hija de Terelu Campos; un encuentro que califica como“casual”. “Sí, nos conocimos casualmente en un sitio. Yo veo a mi hijo Carlo más sereno. Si mis hijos están bien, yo estoy bien, lo único importante es eso. Que se casen o no se casen, o con quién estén, da igual”.
“Hay un paso muy importante, por ejemplo, en la protección del menor y, sin embargo, en su momento yo no podía proteger a mi hijo mayor". No podía decir 'no le saquen la cara', no podía decir 'no nos persigan'. Era una exposición dolorosa y, por supuesto, nos ha pasado factura”
La relación con su hijo ha sido cuestionada en numerosas ocasiones. Mar Flores se quedó embarazada a los 24 años, en un momento donde acaparaba titulares y portadas del mundo del corazón semanalmente. La exposición mediática fue algo que no pudo evitar y las consecuencias llegaron… Por eso, con el paso y la distancia de los años, ha decidido "proteger" a sus otros hijos, ahora que la protección del menor se lo permite.
“Hay un paso muy importante, por ejemplo, en la protección del menor y, sin embargo, en su momento yo no podía proteger a mi hijo mayor. No podía decir 'no le saquen la cara', no podía decir 'no nos persigan'. Era una exposición dolorosa y, por supuesto, nos ha pasado factura”, afirma la modelo.
Una ‘desagradable’ situación que no pudo evitar. “Por eso protejo tanto a mis últimos cuatro hijos, para no caer en lo mismo. Yo no los expongo. A veces me dicen: 'pero tú vives una vida frívola porque en las redes solo sacas fiestas'. Pues voy a fiestas o eventos para trabajar, pero no muestro el tiempo que paso con mis hijos porque no me da la gana enseñarlo”.
Esta decisión ha sido tomada tanto por Mar como por Javier Merino, padre de sus hijos pequeños. “Hemos decidido, su padre y yo, y ellos también, que no quieren ser famosos. Por eso, cuando me preguntan también por mi hijo Carlo, prefiero no contestar, es adulto y prefiero que él lo haga por sí mismo. Yo intento proteger, desde mi lugar de madre, a mis hijos, a todos por igual. Hace años era imposible. Si nacías hijo de alguien conocido, ya estabas catapultado a la falta de intimidad que toda persona merece. Además, el divorcio de la empresaria y Carlo Constanzia padre fue muy polémico, y llenó numerosas horas de platós de televisión.
La respuesta de Carlo
En el plató de De Viernes, el joven ha llegado a confesar la dura infancia que ha vivido a raíz de la polémica separación de sus padres y por el hecho de estar expuesto en los medios de comunicación desde pequeño. “El acoso mediático complica mucho el crecimiento de un niño pequeño, no fue sencillo”, confesaba. “Tengo recuerdos muy feos, de encontronazos de mi familia con la prensa, incluso a nivel físico. De hecho, pegaron a mi abuela”. Y añadía: “No te dejan vivir. No puedes ir a cenar, a comer, a ningún lado… y el niño lo pasa mal. Sería interesante que se pararan a pensar en los problemas que todo esto puede ocasionar en un niño”.
Además, el actor reconoció que ser hijo de Mar Flores y el aristócrata italiano es “un orgullo enorme”, pero la persecución de la prensa, los paparazzis y el acoso mediático fueron los “culpables” de que empezase a tomar antidepresivos cuando tan solo tenía siete años. “Mi infancia fue difícil, no fui feliz”, afirmaba el actor. A los 12 años se fue a Italia a vivir con su padre y lo pasó mal por tener que separarse de su madre, una situación que definió como “complicada”.
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