le descubrimos en 10 curiosidades
Desde que apareciera en Thelma y Louise como el sexi cowboy que se cruza en el camino hacia la libertad de Susan Sarandon y Geena Davis, Brad Pitt ha conquistado a decenas de generaciones. Tenía entonces 23 años y todo un camino por recorrer. Hoy, a sus 60 —sopla las velas el 18 de diciembre—, no solo es una de las estrellas más admiradas de Hollywood —con dos Oscar y seis nominaciones— y sigue despertando suspiros a su paso, sino que se ha convertido en un importante productor al que todo el mundo reverencia. El actor, que no ha escondido sus luces y sus sombras, tocó fondo en 2016, tras su divorcio de Angelina, y ha conseguido renacer y reconstruirse también gracias a su gran amigo Bradley Cooper. Estas son las pasiones de una leyenda.
Se ‘escapó’ de la universidad para ser actor, compartió piso con siete aspirantes más a Hollywood y tuvo trabajos de lo más insólitos: desde repartidor de frigoríficos a distribuidor de publicidad disfrazado de pollo1. El autocine
Nació en Shawnee, Oklahoma, y creció en Missouri, y su amor por la interpretación se gestó en aquellas noches de verano cuando sus padres llevaban a la familia —tiene dos hermanos más jóvenes, Doug y Julie— a ver películas al autocine situado a solo unas calles de su casa, o cuando se ‘escapaba’ al jardín de un amigo para verlas desde allí.
2. Trabajos ocasionales
Estudio Periodismo y Publicidad en la Universidad de Missouri-Columbia, aunque no llegó a licenciarse por dos asignaturas. Les dijo a sus padres que se marchaba a California para ir a la escuela de arte, no para ser actor, su verdadero deseo. Jamás pisó dicha escuela, compartió apartamento con otros siete aspirantes a Hollywood y mientras llegó su oportunidad se buscó la vida en los más variopintos trabajos: repartiendo frigoríficos, como chófer de limusinas y hasta promocionando un restaurante de comida rápida vestido de pollo, a 38 grados, en Sunset Boulevard.
3. Inicios, patatas y cintas perdidas
Debutó en 1987, en la película No Way Out, en la que ni siquiera aparece en los créditos. En 1989 participó en un anuncio de Pringles en la televisión estadounidense. Y su primer papel protagonista en un largometraje fue en El lado oscuro del sol, rodada en la Yugoslavia de preguerra durante el verano de 1988. Cuando el montaje estaba a punto de concluir, estalló la guerra civil y se perdió gran parte del metraje. En 1996, tras cinco años de búsqueda, se encontró todo el material. En 1991 llegaría su gran salto en Thelma y Louise.
4. Accidentes de rodaje
Se rompió el brazo durante el rodaje de Se7en (1995) y la lesión se incluyó en la película. Años más tarde, se rompió el tendón de Aquiles durante la producción de Troya, en la que, casualmente, interpreta a Aquiles —ganó diez kilos de masa muscular para interpretarlo—. Su lesión hizo que la filmación de Ocean’s Twelve se retrasara hasta abril de 2004.
5. Cuestión de dientes
Ha protagonizado papeles inolvidables, pero, sin duda, uno de los más icónicos fue su personaje en El club de la lucha, de David Fincher. El actor se metió tanto en el papel que pidió que le rompiesen los dientes para dar más realismo a su personaje. Algo que —al terminar la filmación— se arregló con una visita al dentista.
Tiene licencia de piloto; se rompió el tendón de Aquiles, curiosamente, cuando interpretaba al héroe mitológico en ‘Troya’; colecciona arte, diseña muebles y compra casas que tengan una historia detrás6. El destino
Tal y como ha confesado en alguna entrevista, inicialmente el actor no quería participar en el reparto de Sr. y Sra. Smith (2005), aunque fue él quien dio el guion al director Doug Liman. Finalmente aceptó y su vida cambió radicalmente. ¿El final inesperado? La ruptura de su matrimonio con Jennifer Aniston y su unión con Angelina, una de las historias de amor y desamor más seguidas en los anales de Hollywood. Con su compañera de reparto hizo realidad su sueño de ser padre de seis hijos, aunque hoy la relación con ellos no pase por su mejor momento.
7. Prosopagnosia
La estrella padece desde 2013 este trastorno cognitivo que no le permite distinguir las caras de las personas. Según él, la gente lo toma por egocéntrico y distraído cuando, en realidad, lo cierto es que le cuesta reconocer los rostros. Nadie me cree, decía con frustración en una entrevista hace dos años. En algunos casos, el síndrome puede llevar incluso a no reconocer la cara de uno mismo, ya sea en el espejo o en fotografías.
8. Un hombre de negocios
Partiendo de la base de que se ha convertido en uno de los productores más importantes de Hollywood con Plan B, la compañía que fundó junto a Jennifer Aniston y que se quedó tras su divorcio, Brad Pitt ha demostrado que también es un hombre de negocios más allá del mundo del cine. Desde la fabricación de vinos a su más reciente incursión en el mundo de la belleza, con el lanzamiento de una línea de cosméticos para el cuidado de la piel con origen también en las uvas que cultiva en Château Miraval, el viñedo que adquirió con Angelina Jolie al sur de Francia. A pesar de haber sido objeto de disputa de la expareja en los últimos tiempos, él sigue luchando por quedarse con su parte.
9. Entre motos y casas
Pitt es un entusiasta de las motos y en su garaje brillan verdaderas joyas de dos ruedas, siempre personalizadas. También es un apasionado de la arquitectura desde sus años de universidad, cuando ‘descubrió’ a Frank Lloyd Wright, y del diseño. Su gran debilidad son los muebles ‘art déco’ y ‘art nouveau’ (colecciona y diseña con su socio, Frank Pollaro). Y de ahí vienen también sus incursiones en los bienes raíces. Le encantan las casas con una historia detrás y tiene al menos cinco, únicas por su nivel de construcción y diseño. La última adquisición ha sido un castillo de más de 40 millones de dólares.
10. Coleccionista y escultor
También es muy especial su vinculación con el mundo del arte. Además de inaugurar en más de una ocasión la Feria de Arte de Basilea, ha visitado la Documenta de Kassel, es donante del Museo de Arte Contemporáneo de Los Ángeles y suele visitar con frecuencia otras ferias y exposiciones, siendo uno de sus estilos predilectos el art street. Sus posesiones incluyen obras de Neo Rauch, Bansky y Dom Pattinson, de quienes es amigo personal; del artista canadiense Marcel Dzma, de Ed Ruscha, de Bambi y del escultor Richard Serra. A principios de 2017, pocos meses después de su ruptura matrimonial, recurrió a la escultura como una forma de terapia para relajarse y canalizar su energía y pasó un tiempo en el taller de Thomas Houseago. Precisamente, debutó en otoño de 2022 exponiendo nueve obras en una muestra colectiva en Finlandia dirigida por este último.
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