La casa en Carmona (Sevilla) de Gioconda Scott

Hace más de 40 años que el desaparecido aristócrata Nick Scott y su entonces mujer, Charlotte, nacida en Madrid y sobrina del actor Christopher Lee, cambiaron el frío y lluvioso Londres por la luminosa y calurosa Cazalla de la Sierra (Sevilla). Allí adquirieron un cortijo en ruinas a finales de los 70 que comenzaron a reformar desde cero, sin luz ni agua. En Sevilla nacieron sus cuatro hijos: Gioconda, George, Jackson y Ámber. El cortijo se llama Trasierra y después de mucho esfuerzo se convirtió en un hotel rural muy especial en el que se han hospedado desde Kate Moss a Sarah Ferguson. Durante años Gioconda fue la chef de Trasierra, se formó en Florencia y era la encargada del menú y de hacer las mermeladas caseras para los desayunos. Su hermano George, padre de dos hijos con la modelo Leah de Wavrin, sigue siendo su gerente hoy en día. Ahora ella (@giocondascott) acaba de empezar un nuevo proyecto en su casa de Carmona, un antiguo taller de alfarería que adquirió en 2017 donde organizará eventos gastronómicos acompañados de música y poesía.

-¿Cómo y por qué recalaron tus padres en la sierra de Sevilla?

-Mi madre se trasladó con mi padre a la Sierra Norte de Sevilla en los años 70. Se enamoraron de aquella España genuina y auténtica y decidieron quedarse a vivir. Mi madre nació en Madrid y, aunque se mudó a Londres de pequeña, siempre tuvo un vínculo muy especial con nuestro país y en particular con el sur.

-¿Dónde naciste? 

-Nací en el barrio de Triana en Sevilla y me crie en nuestra casa, el cortijo Trasierra, en Cazalla de la Sierra, que luego se convirtió en nuestro hotel.

-¿Cuál es el primer recuerdo que tienes de España?

-Mi primer recuerdo está directamente asociado con el campo, con la libertad, con los dimes y diretes de nuestra casa en Trasierra, que por aquel entonces estaba en construcción. Recuerdo aquellos años de felicidad y no puedo evitar sonreír.

-¿Sigues encargada de la cocina del hotel?

-En estos momentos mi vida profesional está enfocada en mis eventos y mi trabajo como autónoma. Básicamente soy una creadora de sueños. El cliente me pide un tipo de cocina y un cierto ambiente y yo le doy forma. No tengo barreras y muchos de mis trabajos los he hecho en el extranjero. Cocino aquello que me piden aportando mi toque personal.

-Tienes tres hijos pequeños, ¿qué tienen ellos de andaluces?

-Los tres nacieron en Inglaterra, pero viven aquí. Son mitad ingleses y mitad españoles. Aún son muy pequeños y van a la guardería en Carmona.

-Vas mucho a Sevilla, ¿qué es lo que más te gusta de la ciudad?

-La Sevilla auténtica y tradicional, con sus rincones escondidos, sus calles adoquinadas, sus callejones y la magia de su Semana Santa.

-¿Vives todo el año en Carmona?

-Vivo a caballo entre Inglaterra y Carmona.

-Cuéntanos, ¿en qué consiste tu nuevo proyecto profesional?

-Esta casa tiene solera y una energía especial. Es un jardín secreto en la ciudad de Carmona. Voy a abrirla para celebrar eventos gastronómicos y noches de poesía y música con mis amigos Enrique Parrilla y José Gallo del Valle. También organizaré talleres de cocina. Es mi manera de compartir mi forma de ver la vida.

-¿Cuál es la historia de esta casa?

-La compré en 2017 y fue antiguamente un taller de alfarería. La reformó una gran amiga de mi madre y de pequeña mi madre me había traído aquí. Más adelante ella se lo vendió a un galerista importante de Nueva York. Yo se la compré a él sin saber que era una casa con la que ya tenía un vínculo. Fue un círculo muy bonito.

-¿Has tenido que hacer mucha reforma?

-Las casas nunca están acabadas, siempre hay algo que mejorar. Es lo bonito de este proyecto, que siempre está en constante movimiento. No lo podría estar realizando sin la ayuda de nuestros amigos Joaquín Falcón, de Artesanía de Hierro Falcón; mi paisajista Paco Márquez, y los jardineros de Jardinería Aguilar.

-¿Cómo definirías su estilo de decoración?

-Sencillo. Huyo de lo barroco y lo recargado. Me he criado entre tinajas y paredes encaladas. Me gustan las casas que respiran y que transmiten, llenarlas de flores, decorar con frutas y utilizar en la medida de lo posible la artesanía local.

-¿Cuál es el objeto de mayor valor sentimental que tienes en casa?

-Un antiguo libro de recetas que me pasó mi abuela y lo guardo como oro en paño.

-Acabas de rodar el programa de televisión Secrets of Spain, ¿qué contáis tu hermano George y tú en esta serie?

-De momento es un episodio piloto que filmamos para Discovery+. La misión es mostrar otro aspecto de España fuera de las grandes ciudades, invitando al que viene de fuera a descubrir la magia de los pueblos y compartir nuestros tips preferidos. El eje central del programa es la gastronomía.

-¿Qué es lo que más te gusta de la cocina española?

-Es difícil elegir una cosa específica, ya que cada región tiene su especialidad. España abandera la calidad en sus materias primas y creo que es ese factor el que hay que ensalzar.

-¿Cuál es el plato de nuestro recetario que mejor te sale?

-Yo diría que la tortilla española. Antes de sellarla le añado un toque de hierbabuena en el momento de mezclar las patatas con los huevos. Suena exótico, pero le aporta frescor y un toque diferente.

-Conoces muy bien Andalucía, ¿cuál es tu rincón favorito?

-Tengo varios: una playa en Cádiz, una taberna escondida, el campo andaluz de la Sierra Norte de Sevilla en primavera y la luz de Andalucía.

Un poco de historia

• La familia. Nick Scott, el padre de Gioconda y sus tres hermanos, era un aristócrata inglés que murió en 2017. Él y su entonces mujer, la decoradora Charlotte Scott, se separaron en los años 90, cuando vivían en Cazalla de la Sierra (Sevilla) y eran los propietarios del hotel Trasierra. En el momento de su fallecimiento, Nick era la pareja de la princesa Chantal de Hannover, primera mujer de Ernst de Hannover. El hermano de Gioconda Scott, que regenta Trasierra, el hotel familiar de Cazalla, se casó con la modelo Leah de Wavrin, con la que ha tenido dos hijos.
• El cortijo trasierra. El hotel Trasierra es una finca del siglo XVI con iglesia y molino encalados al estilo andaluz. 500 hectáreas rodean a los edificios principales y cuenta con piscina, jardines privados, un patio presidido por una parra con comedor al aire libre y una prensa de aceite de oliva. Como dijo Lord Egremont, aristócrata y huésped del hotel: “Aquí hay de todo lo que se te antoje, pero nada de eso terrible que se conoce como lujo”.

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