diferencias con el blanco y recetas 'top'
El champiñón Portobello (agaricus brunnescen) es una variedad de seta de cultivo de la misma familia que el champiñón blanco común (agaricus bisporus) , aunque presenta algunas diferencias respecto a su ‘primo hermano’: la más evidente en un primer vistazo es el color marrón de su sombrero, pero, además, su sabor es más dulce, fresco, delicado y su aroma más intenso, sin olvidar su textura más firme y carnosa.
En lo nutricional sí que cuentan con propiedades muy similares: rico en fibra y en minerales como el potasio, el Portobello es muy bajo en calorías (no llega a 30 por cada 100 gramos de producto). Esto, sumado a su poder saciante, lo convierten en un buen ‘aliado’ para las dietas enfocadas a la pérdida de peso.
En lo puramente culinario nos ofrecen la misma versatilidad otras setas; podemos cocinar los chapiñones Portobello salteados, a la plancha, rellenos al horno, como ingrediente para platos de arroz o de pasta… Funcionan también muy bien para elaborar hamburgesas veganas. Incluso podemos consumirlos en crudo, laminados, en ensaladas… Siempre, eso sí, habiéndolos limpiado bien previamente. Para ello, puedes utilizar un trapo húmedo y, con suavidad, retirar los posibles restos de tierra (si están especialmente sucios utiliza un cepillo de cerdas suaves).
A continuación, os mostramos algunas recetas deliciosas que muestran la versatilidad de este rico champiñón (para acceder a su modo de elaboración clica sobre sus nombres).
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