Atrvete a pintarlas y renueva tu casa por completo
¡Prepárate para el trabajo!
Aunque fácil, pintar las puertas de interior no es un proyecto que se acaba en una tarde, por lo que necesitas contar con un espacio de trabajo que no tengas que recoger a las pocas horas. Busca un lugar tranquilo, bien ventilado, protege el suelo con plástico, y hazte con unos caballetes de madera para poder colocar las puertas en horizontal; trabajarás mejor. Ya tienes montado tu centro de operaciones.
El siguiente paso consiste en retirar aquellos elementos que pudieran entorpecer las tareas de pintura: herrajes, bisagras, pomos, manillas, etc. Lija la puerta (con una lijadora eléctrica o un taco de lija) y aplica la imprimación con una brocha.
Un consejo: después de lijar la superficie, limpia a conciencia el polvo resultante con un trapo húmedo. De lo contrario podrías echar a perder el resultado final.
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